sábado, 22 de septiembre de 2012

El gambito



Ilustración del libro Mosaico ajedrecístico de A.Karpov y E. Guik


En la novela  de Vladimir Nabokov, La defensa Luzhin, el padre del ajedrecista, Luzhin, un viejo escritor, imagina en un café de Berlín su última novela  basada en la vida del hijo. Recuerda cuando aún vivían en Rusia y acompañaba al joven Luzhin a los campeonatos de ajedrez. Un martes del invierno de 1928, la idea de la novela nace al rememorar unas partidas simultáneas; dos hileras de mesas en las que un joven vestido de marinero se detiene ante cada tablero para mover, apenas en segundos, las piezas sobre las que se concentran los  jugadores, de mucha más edad y  con aspecto tan grave y  mustio que  la juventud del prodigioso muchacho resplandece entre la neblina de humo de tabaco.  El título de la novela ya lo tenía: El gambito.

 Luzhin padre pensaba todos los días en la novela, el hijo debía morir, pero eso seria al final. Quizás había que empezar, pues, por el último capítulo, tal sería el hilo conductor de la historia, verídica aunque algo coloreada para que resultara más literaria.  Así pasaron varios meses sin que escribiera una línea. La novela la tenía en la cabeza,  faltaba ponerse delante de la máquina. Estaba a punto de hacerlo, pero prefirió  enviar una nota sobre su nueva obra a la revista de escritores rusos exiliados.  La publicación de la reseña  tuvo muy buena acogida en el círculo de conocidos. El viejo Luzhin leía la nota todos los días  varias veces, le daba energía, pero no suficiente para ponerse a escribir. Una tarde salió a recoger setas por los bosques berlineses, se enfrío y pocas semanas después murió. 

Mientras tanto, el ajedrecista Luzhin, perdida ya la aureola de joven prodigio y convertido en maestro internacional, y también en un hombre triste, obeso y desaliñado, coincide con una joven rusa en un balneario de Berlín. Ella se enamora del taciturno y cochambroso jugador, comprende que la obsesión por el ajedrez es la culpable de tanta dejadez física.



La  novela se publicó en ruso en el año  1930 y  treinta años más tarde, el genial Nabokov la reescribió en inglés. La defensa Luzhin  no tuvo el éxito de Lolita. Cosa nada rara porque la fama de perversidad erótica entre la ninfa y su padrastro,  fue un reclamo muy  poderoso para  un público deseoso de leer con sus propios ojos, la desafiante  lubricidad que un depravado, ruso por más señas, se atrevió a escribir. 

Volvamos a La defensa Luzhin,  Nabokov refiere en el prólogo que inventó una jugada de ajedrez con el nombre del protagonista, y que empezó a escribir la novela en Le Boulou, en 1929, durante las semanas que pasó en un balneario de los Pirineos franceses, donde se entretenía cazando mariposas. Desde luego, hay en esta novela, como en todas las suyas, bromas y desafío, como si  quisiera probarnos. A ver quien se percata de que  Luzhin, rima en inglés con illusion, y de que el tratamiento para curar el ataque de nervios del protagonista es una  burla de las teorías freudianas.
No hace falta saber jugar a ajedrez para descubrír que en esta partida literaria, a Nabokov  se le ve el plumero de su pérfida habilidad para dar jaque mate en un ataque relámpago, imprevisible y taimado. Las mariposas no fueron menos afortunadas, coleccionó miles. El escritor, cuya gran vocación era la entomología, por si todavía queda alguien que no lo sepa, desarrolló una teoría de la evolución de los delicados lepidópteros. Y cuando hacía mal tiempo, escribía.               

         

14 comentarios:

  1. Vaya, pues en los pirineos franceses debía de hacer mejor tiempo que en Rusia. Y aun así le dio para una novela.
    Pobres mariposas. No me agrada mucho la gente que colecciona mariposas. Me inspiran desconfianza.
    Y no, estoy segura de que poca gente se habrá percatado de eso de que el tratamiento para curar el ataque de nervios fuera una burla de las teorías freudianas.

    Buenas noches, madame

    Bisous

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    1. En esa época el tiempo en Rusia, URSS entonces, era muy desapacible para los Nabokov y ya ve, pasó el resto de su vida a la caza de la mariposa más rara. No sé cómo sería en su vida privada, pero le aseguro que sus novelas son artificios literarios casi perfectos. A mi tampoco me gusta la gente que caza, pero en este caso, hago una excepción porque gracias a él conocemos mejor el universo mariposil.

      Tenga usted un buen domingo y bisous.

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  2. No he leído el libro, y no se si me atreveré ha hacerlo. salut

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    1. Pues si casi he contado el argumento. Si eres jugador de ajedrez te gustará.

      Saludos.

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  3. me encanta el ajedrez y me encanta Nabokov.No he leido aun esta novela asi que gracias por la reseña...ya no tengo excusa
    Besos

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  4. Seguro que te interesará el planteamiento en clave de partida.

    Un abrazo

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  5. No he leído esa novela, y quizás lo haga, aunque me cabe la duda de si debo leerla con la concentración propia de una partida de ajedrez o con la ligereza de un divertimento.
    Un saludo.

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    1. Con la ligereza, desde luego, la trama ajedrecística no requiere otro esfuerzo que imaginar la partida.

      Saludos.

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  6. El orden y la concentración de una partida de ajedrez; enorme metáfora debe ser esta novela, desconocida para mí, pero con ganas de conocerla. Un abrazo, Amaltea.

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  7. Toda la novela es un perfecto mecanismo literario.

    Otro abrazo.

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  8. No he leído el libro pero por supuesto que me apunto a leerlo. Tengo un buen amigo que es ajedrecista y escribe libros sobre sus estrategias ajedreciles y a la vez es un experto en chistes, y ésta mezcla suya siempre me ha fascinado.
    Me alegra tanto volver a leerte, aunque sea de ciento en viento y porque las circunstancias así lo determinan, siempre es un placer!. Tus entradas del agua son una maravilla.
    Un abrazo muy, muy fuerte querida amiga

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    1. Gracias,Tati. Seguro que tu amigo sabe de esta novela, y si escribe sobre estrategias, ya ni lo dudo. Chistes y estrategias de ajedrez, tu amigo merece ser leído.

      Otro abrazo enorme, Tati, siempre me encanta saber de tí.

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  9. Hello, AMALTEA.

      Your work is embraced in your gentleness.
      And sweet message charms my heart.

      The prayer for all peace.
      I wish You all the best.

    Have a good day. from Japan, ruma ❀

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  10. Thanks, Ruma. I also wish you all the best.

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