miércoles, 15 de enero de 2014

Impaciencia del corazón



La Universidad de Emory ha publicado un estudio que relaciona la lectura de novelas con la mejora de la conectividad neuronal en el hemisferio izquierdo, así como otros beneficios de las  funciones cognitivas.

Los neurocientíficos le han puesto una etiqueta, el visto bueno, a un hecho que muchos hemos constatado desde que aprendimos a leer.  A través del instrumental apropiado, han determinado cómo y cuánto  nos afecta una novela. Durante los diez días siguientes a la lectura, nuestro cerebro retiene una huella que amplifica y crea nuevas conexiones. Habría que ver qué novelas leyeron los sujetos del estudio

Yo diría que se quedan cortos, si hablamos de novelas, de esas a las que volvemos en diferentes épocas de nuestra vida y que con cada relectura, descubrimos, como con las viejas amistades que perduran, que nada ha cambiado y,  caso de observar algo en lo que antes no habíamos reparado,  mejoran la primera impresión y estrechan con más fuerza el vínculo 


Leí a Stefan Szweig por primera vez el verano que cumplí  doce años. La impaciencia del corazón, es la novela que me acompañó durante mucho tiempo. El protagonista de la historia, el teniente Hofmiller, un joven que imaginaba al estilo de Alain Delon, se convirtió en una especie de amigo invisible al que dedicaba muchos de mis pensamientos. He vuelto a releerla ahora y, como entonces, me he tenido que esforzar por dosificar la lectura y no  volcarme en ella con el mismo frenesí de la primera vez. 

El argumento, cuya línea maestra figura en las palabras pronunciadas por el doctor de la chica paralítica, y elegidas para encabezar la historia, trata de las consecuencias de la compasión, un arma de doble filo que exige saber qué queremos conseguir cuando somos compasivos y hasta dónde estamos dispuestos a llegar. 

"La compasión cobarde  no es más  que la impaciencia del corazón por librarse lo antes posible de la emoción molesta que causa la desgracia ajena. La otra, la única que importa, es la compasión no sentimental pero productiva, la que sabe lo que quiere y está dispuesta a compartir un sufrimiento hasta el límite de sus fuerzas y más allá de ese límite" 

Zweig  traza una limpia senda que va desde el casual encuentro -en sus novelas la casualidad es un recurso habitual-hasta la decisiva atadura, tejida con la compasión hacia la chica. El teniente no se atreve a cortar la envenenada relación por temor a causar daño, y así, su debilidad le esclaviza hasta provocar un mal mayor.


La novela va dejando las miguitas necesarias para recorrer un camino en el que la reflexión del teniente, del médico, del padre de la chica, de los compañeros y superiores del ejército, dibujan el mapa completo de la construcción de la desgracia personal cimentada en actos a los que, al principio, no damos ninguna importancia.

Paisaje neuronal. Cristina Sánchez-Camacho



Quizás Stefan Zweig no sea un escritor muy leído en la actualidad,  y es una pena para nuestras neuronas. Sus biografías espléndidas -Fouché, María Antonieta, María Estuardo-; sus ensayos sobre escritores -Balzac, Dostoievski, Dickens-; novelas y cuentos inolvidables; la archiconocida Momentos estelares de la Humanidad; su imperdible autobiografía. Toda su obra  es una portentosa creación que nos conduce, con inteligencia y elegancia en el juicio,  a un conocimiento interior muy afinado, a la comprensión  del porqué de nuestros enredos y penas; sin contar la panorámica visión que nos dejó de la primera mitad del siglo XX, de las grandes ciudades que visitó y en las que vivió. Zweig  fue un gran viajero, un escritor de fama merecida y universal.  Y un reconstituyente neuronal formidable.





miércoles, 8 de enero de 2014

Premio




Resulta que los Reyes Magos me han traído este regalo. Un premio que agradezco y que, a mi vez, voy a regalar, pues por lo visto quien lo recibe ha de elegir quince blogs e incluir la imagen del premio en el propio. Una cadena que enlaza unos con otros. Gracias al autor de  La azotea de Molina  acabo de enterarme de los pormenores de este premio (y de la existencia de su blog)  Bienvenidos ambos.
La idea no tiene un pero y como  me encanta que otros disfruten con los blogs que me gustan, ahí va mi lista.

Todos los que he elegido me gustan por muchos motivos, el principal es porque cualquiera que sea el tema, y son variopintos, están escritos con sello personal, alejado de tópicos y proporciona información que para mí es importante. Podría acertar  a ciegas la autoría de cualquiera de los que cito; son, en algunos casos, años o meses de lectura. Como los viejos amigos, puedo reconocer a cada cual por su estilo y maneras, por sus andares.        

Blogs sobre Barcelona, edificios, usos, costumbre y pelajes de toda condición. En Tot Barcelona, hay ironía y mirada crítica sin contemplaciones.

Barcelofilia.
Totbarcelona

Los literarios y poéticos, santos de mi devoción.

El laberinto grotesco.
Francesc Cornadó
Jorge Ordaz

Los de la sección Histórica sin pretensión doctrinal y que podrían ir en el bloque de literarios.

Diana de Meridor
Desdelaterraza


Blogs dedicados a la  pintura, fotografía, Cine, artes visuales y crítica de arte, con mucho cariño  y sin ojeriza.

Asociacionacastellano
Avelinalesper
Madridpaperart
Carmensabespoesiayarte
Viajes por la sala oscura.

En los siguientes me las  doy de mujer de letras, o sea, de lo que soy,  que quiere progresar adecuadamente en ciencias: las ortodoxas y las de ficción científica.

La bella teoría
Histories of things to come

De escalada y otras arriesgadas aventuras.

Tufa-tufa
    

Faltan unos cuantos, a ver si me dan más premios y puedo incluirlos.