miércoles, 15 de abril de 2009





El sistema de dividir el tiempo asignándole un nombre y significado a las fracciones es un calendario. Desde las complejas comunidades humanas al solitario individuo, la necesidad de ordenar el tiempo en ciclos regulares, solares, lunares o la combinación de ambos, ha producido variados calendarios con fines rituales, religiosos y de organización social. Los babilonios, los Mayas, los Romanos nos han dejado calendarios complejos cuya exactitud gobernaba el tiempo de celebraciones, cosechas, sacrificios y muerte. Otros, a mediados del siglo XIX publicaban calendarios cuyas protagonistas eran las viudas a las que adornaban con toda suerte de sátiras y proverbios elaborados por el magín de honorables caballeros.

Ilustraciones, Widows grave and others. Internet archive, America Libraries.

4 comentarios:

  1. Vaya, con los caballeros, ¡que honorables!.
    Prefiero a los patanes.

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  2. Desde luego, antes un patán soso que un honorable chistoso, si el motivo del chiste es tan torpe y fácil como el de las viñetas.

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  3. Pues a los romanos no les acabó de funcionar demasiado bien su calendario. Hubo unos años en que cosecharon en invierno, del decalaje que llevaban.
    Ave, Amaltea.

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  4. Marieta, pues tenía su mérito cosechar en invierno. Quod scripsi,scripsi.

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