jueves, 26 de febrero de 2015

Vicios ocultos




Hacía tiempo que no leía sobre antropología. Cuando era joven -o quizás debiera decir como una amiga de mi misma edad: cuándo eramos aún más jóvenes, querida, puntualiza, por favor- pues era muy aficionada a la lectura  de manuales de antropología (por pura diversión).



Me gustaba conocer cómo se desenvolvían las jóvenes en Guinea Papúa, las ceremonias de iniciación, el modo cómo se establecían las dotes en algunas tribus y todo lo referente a la adquisición de estatus social, de ritos nupciales, natales y fúnebres. En fin, que resultaba muy aleccionador comprobar cuánto compartimos los seres humanos y qué poco nos diferenciamos los unos de los otros. 

La otra noche, después de una cena con amigos, pedí un café descafeinado, gran error que no volveré a cometer (o sí), porque el café estaba muy rico pero sobrepasaba todos los límites de cafeína recomendables para acceder a un sueño plácido.
A las cuatro de la madrugada miraba como un búho por la ventana, era noche de luna nueva, las condiciones muy propicias para  ver las famosas luces sobre Montserrat. No hubo luces, solo negrura rota por la farola de la calle.


Me fui al estudio a ver qué encontraba, y en un anaquel bajo que hacía tiempo no revisaba, encontré aquel ejemplar que me acompañó durante una viaje lejano en el interrail. ¡Oh, qué ilusión! La portada fue mi magdalena mojada en tila. 


Empecé a leer el primer capítulo: costumbres extrañas, cacharros y cráneos. Dos días más tarde acabé con él. Mis bendiciones a la camarera que se confundió y me sirvió el café cargado que había pedido otro. 
Había olvidado qué necesario es echar un vistazo al exterior. Cómo lo que nos parece tan importante hoy, es una futilidad que nadie recordará mañana. Las culturas y civilizaciones son cambiantes y volátiles, menos que nada a escala cósmica, incluso planetaria,  y como bien dice el autor:  La historia humana es parecida a una comedia china, que no tiene final ni enseña ninguna lección. Ahora sería incorrecto referirse de este modo a la comedia china, pero el libro fue publicado en 1949, y en esa época los ensayistas eran menos pacatos que hoy.  


Entonces, ese mismo día en el que acabé Antropología, compré en versión electrónica la novela de Ignacio Vidal-Folch: Pronto seremos felices. Mientras la leía pensaba en el poco tiempo que ha pasado desde la desintegración de las sociedades comunistas del este de Europa, qué lejano nos parece aquél tiempo y qué  tristeza tan grande la de los personajes como  Alina, el matón de Bobby, Rodica, Camila  y tantos otros que soportaron o colaboraron en un régimen político que se parecían como una gota de agua a otros que siguen hoy, con otros nombre y otras banderas ideológicas  y nacionales, quizás  parecidas, empecinados en desgraciar y dirigir la vida de sus vasallos


No para ahí la cosa. La combinación de la novela de Ignacio Vidal-Folch y el ensayo de C.Kluckhon  me ha llevado a ver otra vez más, Un, dos tres y Some like it hot (Con faldas y a lo loco), ambas de Billy Wilder



Mis circuitos mentales son así. El caso es que de esas curiosas asociaciones he obtenido un gran beneficio espiritual y emocional que recomiendo  a quienes lean esto. No solo llorarán, también reirán al comprender que la humanidad tampoco es perfecta, ni tiene pinta de enmendarse en el futuro.              

20 comentarios:

  1. Me gustan tus circuitos neuronales, garantes de vitalidad.

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    1. Muchas gracias, emejota. De vez en cuando me proporcionan grandes momentos de alegría, a mí también me gustan.

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  2. Una de las asignaturas que más me motivaron en Teología fue Antropología de las Religiones, que para libro se utilizaba uno denominado Fenomenología de la Religión (Martin Velazco). El libro dejó de ser un libro de estudio para ponerlo como libro de lectura.
    Y si, convengo contigo en que el ser humano es parecido en todos los aspectos, incluido el religioso. Nos mueven las mismas cosas y nos motivan casi lo mismo.
    Y si, decir que la humanidad no me apasiona y que antes bien, comprendo que hace los mismos errores una y otra vez a pesar de saber que ninguna civilización quedó en pie.
    Salut

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  3. Miquel, tú y yo coincidimos en ese rotundo edificio, sin conocernos aún, tú en Teología y yo en Sociología, fue allí dónde atisbé que el ser humano, sujeto de estudio de tantas -o todas- las disciplinas es el shakesperiano de El mercader de Venecia:
    "Si nos pinchan ¿acaso no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿acaso no reímos?. Si nos envenenan ¿a caso no morimos?... si nos parecemos en todo lo demás, nos parecemos también en eso".

    Un abrazo.

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  4. Madame, sus gustos en cuanto a comedia son exquisitos. Ambas películas son de las que yo también vuelvo a ver una vez más. Tendré que hacer el recorrido inverso al que usted ha hecho, y pasar de Un, dos, tres a Ignacio Vidal Foch.

    Con faldas y a lo loco no era en realidad "Some like it hot"?

    Feliz fin de semana

    Bisous

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    1. Madame, sí, era Some like it hot.
      Estoy segura de que el plan de lecturas y películas satisfará sus expectativas. Si le queda tiempo, porque he de decirle que una gripe ayudó lo suyo para que pudiera recrearme con las películas.
      Bisous y buenas tardes.

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  5. Querida Amaltea, cuando era más joven que ahora, entonces con menos experiencia, también me gustaba leer textos de antropología, recuerdo Lucy Mair, su “Introducción a la antropología social”, algún estructuralista, etc. pasan los años y cuando vamos reconociendo que seguimos siendo jóvenes, adquirimos más experiencia y comprobamos que para conocer cómo se desenvuelven los primitivos actuales y cómo son sus ritos, más o menos mágicos o esotéricos, nos basta con echar un vistazo a ciertas actitudes que se producen en nuestra sociedad, la vuelta a los catecismos, el poder de los gurús de los medios de comunicación o el efecto narcotizante de la televisión basura o del espectáculo del deporte.
    Poco nos diferenciamos los unos de los otros y siendo así, qué sentido tienen las fronteras.
    Y ahora, cuando por efecto de la cafeína, el insomnio aparece como un búho y te da la noche, no nos hará falta recurrir al manual de antropología, echaremos un vistazo al BOE donde podremos leer las nuevas “costumbres extrañas” que pretenden enseñar a nuestros hijitos.

    “Pronto seremos felices”, se entiende que lo seremos con una ayuda esotérica, como en las sociedades de Nueva Papúa. El BOE dice que alcanzaremos la felicidad por intercesión divina y no de otra manera.
    Con estas magias, con estos ritos, con este baile de máscaras y con estos trastos, “la historia humana es parecida a una comedia china, que no tiene final ni enseña ninguna lección” y con “otros nombres y otras banderas ideológicas y nacionales, quizás parecidas...” todos seremos vasallos del mal negocio de la historia.
    Yo tampoco creo que esto vaya a enmendarse. Ya sabes que auguro setecientos años de miseria y vasallaje social.
    Un abrazo
    Francesc Cornadó

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    1. No había pensado en recurrir al BOE, pero si es que su lectura asusta más que templa. Y fíjate que cerca estamos del pensamiento mágico y de la atribución que se le concede a prácticas religiosas que, en ningún caso, han de salir del ámbito privado. Qué más vamos a decir si a estas alturas estamos recorriendo el camino inverso, el de el dogma, en todas sus muchas y variadas manifestaciones. ¿Dónde ha ido a parar el fomento del espíritu crítico? ¿Dónde considerar a los ciudadanos sujetos libres y no tutelados por ideas nacionales, religiosas y supersticiosas creencias, incluso con marchamo de científicas?


      El librio de Lucy Mair lo tengo delante, con su portada en la que se ve un blanco con su levita y su canesú, en observación de la india que enseña un seno, queda más fino dicho así, una teta, mientras juega con unas piedras sobre un tablero con huecos.
      Voy a releer el capítulo dedicado a las deudas y el crédito, y luego ¿Qué es la religión? A ver qué poso dejó en mí y si me sigue pareciendo acertado.
      Abrazos

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  6. Realmente has tenido unos días movidos, cerebralmente hablando. Afortunadamente dices que después de agitar la mezcla en la sesera has experimentado un beneficio espiritual y emocional recomendable. Tu recomendación es de agradecer aunque creo que no estoy capacitado en estos momentos para digerir un tratado sobre la vida en Guinea Papua aunque no dudo que es interesante. En cualquier caso la globalización, la cercanía del viajero y por consiguiente la mezcla de culturas creo que conduce hacia la aldea única y por ende a la ciencia única antropológica.
    Con respecto a la novela de Vidal Folch y después de oir hoy en la tele la noticia del asesinato a tiros de Boris Nemtsov, uno de los principales críticos con la política del presidente Vladimir Putin te doy la razón en lo que comentas acerca del poco tiempo que ha pasado desde la desintegración (?) de las sociedades comunistas del este de Europa y.......
    De momento me quedo con las pelis de Billy Wilder que siempre me arrancan una sonrisa, me hacen pensar un poquito y me alegran los ojos viendo a esa mujer preciosa que fue Marilyn Monroe.
    Un saludo

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    1. No hay nada mejor que una buena película que nos haga reír, o una novela, concierto, pintura, paseo por el parque. Lo que sea que sintonice nuestros sentidos con la mente. Que nos ayude a salir de nosotros mismos para contemplar el paisaje humano que nos rodea, Y ya es la repera, si además nos proporciona algo de luz para entender o ver con otros ojos, lo que nos pasa inadvertido o no le damos aprecio.
      Saludos.

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  7. El problema de los libros de antropología consiste en que, en no pocas ocasiones, se resuelven en puras conjeturas. No sabe uno qué pensar.

    Saludos.

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    1. Eso es precisamente lo que me encanta, que abre vías y nos permite observar fuera del cauce para tener otra visión del mundo.Sumar y no restar, en este caso, ayuda a comprender.

      Saludos

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  8. Es que Billy Wilder era genial. Verá, sobre la pelicula de la Coca Cola, Tiene sus humor y su mensaje. Pese a ser antigua y en blanco y negro, se la puse a unas sobrinas. Tras las protestas iniciales, sobre todo por el color, dio comienzo la sesión. Ni se movieron en toda la película, más que para batir las mandíbulas.
    Un saludo.

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  9. No me extraña lo más mínimo. No tendría mi hija más de diez años cuando la vio por primera vez, y claro, se hizo adicta de Wilder. Esa película, junto con Faldas y a lo loco y Primera plana, las vemos al menos una vez todos los años. El cine clásico no es solo alimento de nostálgicos y viejunos.

    Saludos

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  10. Estou feliz que você gosta.
    Saudaçoes

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  11. Ohhh, he pasado por aquí de casualidad.... y cuando he visto la foto dej joven comunista en Un, dos, tres he sonreido. Gran Wilder, una gran peli ! Y los números entre comas me transportan a otra gran comedia ,Boing, boing, boing con un Tony Curtis enorme.
    Salut, companya !
    http://losadoquineslaplaya.blogspot.com.es/

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    1. Si la casualidad te ha traído hasta aquí y te ha gustado la entrada, me alegro y espero que vuelvas otro día.

      Saludos

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    2. Sí, fue una agradable lectura. Y como dijo McArthur al salir por piernas de Filipinas, I shall return !

      Salut !

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  12. Hola. Su trabajo es excelente.
    Saludos desde Japón. Ruma

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    1. Muchas gracias, Ruma. Una alegría verte por aquí.

      Un abrazo

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