martes, 27 de diciembre de 2011

Año nuevo 2012



Barco de mariposas, Vladimir Kusch.



El 1 de enero inauguraré mi agenda  de tapas plastificadas y con  goma. No es una Moleskine, tan de moda ahora, es una agenda barata que me ha costado 6 euros. Escolar, práctica, con las lunaciones, las equivalencias con el sistema métrico decimal y las distancias kilométricas entre las principales ciudades europeas. No he usado jamás esos apartados tan útiles, pero me gusta que los tenga.  La agenda es de fácil manejo, cabe en casi cualquier bolso porque no mide más de diez centímetros. A principios de año anoto un deseo, en la primera página y a lo largo de los doce meses escribo  de vez en cuando si el deseo se  acerca o aleja  y qué expectativas tiene de cumplirse.  Hasta la fecha no se ha cumplido ningún deseo -hace diez años que inauguré la costumbre- circunstancia que al principio me cabreaba y hoy me parece una suerte enorme. La vida está llena de paradojas. 

G.K  Chesterton  escribió en 1904, el 1 de enero, cuarenta y ocho propuestas para el año  nuevo, conocemos las dos primeras: no escribir sobre el año nuevo y  retirarse a un monasterio para el resto de su vida. Ya de buena mañana del 1 de enero, traicionó la primera y la segunda quedó en agua de borrajas; de las cuarenta y seis restantes no  sabemos nada.   Reflexionaba Chesterton sobre las divisiones arbitrarias del tiempo,  al que imaginaba como una serpiente infinita a la que hay que darle tajos para que nuestros sentidos tengan la oportunidad de percibir la finitud del tiempo humano. Proponía  una campana, un tilín, una alarma que nos avisara cuando estuviéramos en pleno  disfrute de los placeres cotidianos. Una voz que nos dijera: faltan tres minutos  o una hora  para que se acabe lo bueno. 

Detalle de Música para la danza del tiempo de Nicolás Poussin.

¿Sería un sinvivir?  pues quizás al principio, pero luego nos esforzaríamos por exprimir hasta el último instante la oportunidad de disfrutar de un charla con amigos, de un granizado de café en una terraza de verano, de un baño en una cala de Cadaqués o de un paseo por el campo. La puñetera campana tañería para sacarnos del gozo y devolvernos a la vida gris y autómata, pero habríamos ganado consciencia de nuestros actos y de lo bien que lo pasamos tantas veces al día, un bienestar que vuela sin percatarnos y que se mide en segundos o, con mucho optimismo, en  minutos.  



Según el escritor británico, esa simple advertencia del final de lo bueno, nos provocaría un aumento de las ganas de saborear y disfrutar de la vida. En realidad, Chesterton iba un paso por delante, pretendía que fuéramos conscientes de la muerte - un hecho ineludible- para despertar a la vida y empezar de nuevo todas las mañanas. El 1 de enero, por ejemplo, es un buen día para intentarlo.    



           

20 comentarios:

  1. Veo que es usted persona metódica y constante, al menos desde hace diez años. Y en cierta medida la admiro, pues yo también he tenido muchas agendas, si no con el propósito de anotar un deseo, sí con el de organizarme. El resultado ha sido muy parecido al de Chesterton: no he llegado a organizar nada; pero no desespero. Tengo un teléfono nuevo con una vistosa agenda cuyo funcionamiento estoy tratando de comprender. Quizás...
    Me gusta leerle. Un abrazo y feliz año nuevo.

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  2. Madame, qué curioso, a mí también me gusta comprar agendas que tengan todas esas cosas que luego no utilizo. Y los calendarios es imprescindible que tengan las fases de la luna. No sé para qué lo quiero, pero así es.

    No es mala idea eso de anotar un deseo. Lo que no me gusta es la propuesta de Chesterton. Odio ser esclava del reloj, así que imagínese como encima tuviéramos una campanita avisando de que se nos acaba lo bueno. Qué irritante y qué aguafiestas! A mí me cortaría la ilusión de creer que lo bello será eterno. Posiblemente la ilusión se extinguiría por sí misma al cabo de tres minutos, pero qué caramba, por qué voy a renunciar a ellos?

    Buenas noches, madame

    Bisous

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  3. dlt, las agendas de cuaderno son mi perdición, me encantan, pero luego las uso poco y acabo recurriendo a la agenda del móvil cuando ando apurada.
    Le deseo mucho éxito con su teléfono nuevo, no desespere, porque esos artilugios a veces sacan de quicio con sus funciones tan atractivas como inútiles.

    Un abrazo.

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  4. La Dame Masquée, sin lunaciones las agendas no nos interesan. No sé usted, en mi caso elijo siempre el cuarto creciente para podar mis plantas y ,de paso, hacerme la manicura-
    En cuanto a Chesterton, tiene razón que la campana podría causar algún que otro ataque de nervios, pero imagínese lo mucho que nos divertiríamos cuando nuestra campana estuviera sin repiqueteo.

    Bisous y buenas noches.

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  5. De los relojes, solo me gustan los solares, te marcan solo el horario de trabajo, y te dejan libertad para hacer lo que quieras después. Luego es polivalente. En cuanto a lo de anotar un deseo prometo no volver ha hacerlo. Una vez pedí uno y se cumplió a las venticuatro horas. Jamás volveré a pedir otro. No quiero más cargos de conciencia.
    Un placer leerle...un placer. salut

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  6. Miquel, no había pensado en esa caracterísica liberadora de los relojes de sol, es verdad, están hecho para medir el tiempo sólo en una fracción del día.
    Lo del deseo en veinticuatro horas da miedo, casi no hay tiempo para disfrutar la espera.

    Un abrazo

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  7. Yo tampoco querría esa campana en mi vida, pues si bien el fin sería que aprovechásemos todo lo posible los sabores de la vida, en el fondo nos quedaríamos con que nos avisa del final, y eso no haría disfrutar plenamente de los goces terrenales.
    En cuanto las agendas, está bien que no se te cumplan nunca los deseos; yo inició una agenda cada año (las mías más baratas, pues suelen ser regalos de las editoriales educativas), y al cabo de 15 o 20 días ya las he desechado: no deben estar hechas para mí.
    Feliz 2012 y que se te cumplan alguno de los deseos o secretos inconfesables. Besos.

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  8. Paco Hidalgo, parece que Chesterton no atinó con su idea de la campana para avisar del final de lo que nos gusta. Quizás las agendas no acaban de gustarte porque no las eliges tú, o simplemente no las necesitas, lo tiene todo en la cabeza.
    Este año voy a seguir deseando algo imposible, y desde luego, inconfesable.

    Besos y buen año.

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  9. Hello, AMALTEA.

     I was given many crops from your glorious works.
     We are far distantly each other, but this human interchange has cultural significance.

     Thank you for your heartwarming message and many visit, in this year.
     I thank for your encouragement for Japan.

     Healthy and Happy new years for you and yours.

    Close spring, ruma ❀

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  10. Me parece una interesantísima reflexión. Lo de la campana de Chesterton tiene un fuerte matiz angustioso. En este autor existe una constante reflexión sobre lo absurdo. Consideraba el catolicismo como una vía racional para vencer la falta de sentido, aparente, de las cosas y de la propia vida.

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  11. Ruma, as the song says, no matter the distance.
    I wish you a year full of love and friendship and good poetry such that with you give us in your blog.

    A big hug.

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  12. Creo que a la mayoría de los humanos el saber que el tiempo de lo "bueno" se acaba, les sucedería algo similar a lo que nos sucede a los jugadores de ajedrez mediocres, que cuándo se te acaba el tiempo en tu reloj, estás pendiente del reloj y no de la reflexión o análisis de la partida, o sea estaríamos pendientes del tiempo menguante,no del placer o disfrute de la situación.
    Uno de los principales elementos interesantes de la vida es que no tengamos la certeza de cuándo terminará "algo" (independientemente de la bondad o no de ese algo).
    Feliz año 2.012... y empiece a pensar en la agenda de 2.013 (así ya estará superando el maleficio maya mentalmente).
    Con mis mejores deseos.

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  13. Retablo, es un escritor interesante. Acabo de leer una recopilación de sus artículos, de la que he sacado la referencia de mi post; me ha llamado mucho la atención la agudeza con la que trata algunas cuestiones de principios de siglo XX consideradas modernas. Por si a alguien le interesa: Los libros y la locura y otros ensayos. Editorial El buey mudo.

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  14. Anónimo, está visto que no es una buena idea saber el momento en el que finaliza lo que sea. Ha acabado de convencerme de que es mejor ignorar el cuándo y disfrutar el cómo.
    El maleficio 2012, ya lo tenía casi olvidado, ahora que lo menciona, le diré que estoy convencida de que ese maleficio fue en realidad un mal pronto de mi antepasada. No le doy ningún crédito a los agoreros.

    Le deseo muy buen año.

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  15. El tiempo, periodo donde se reflejan la
    duración de las cosas.

    Con una monotonía intrínseca que solo se ve aparentemente alterada dependiendo de los hechos que se transcurren en ese momento.

    Una tarde de charla se puede hacer corta, cinco horas se pueden pueden parecer un pestañeo.

    Dos horas en una garita alejada en un paraje desolado haciendo guardia a las tres de la mañana en invierno con viento y lluvia, en la mas absoluta osuridad solo con tus pensamientos y tu inseparable CETME se pueden convertir en una eternidad.

    No me gustaría una campanita, mas bien zambullirme en mi incosciencia ignorando su paso sin medidas ni avisos, el ya se encargará de devolverme a la conciencia de su paso ya sea por monotonía o premura.

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  16. Franjose, desde luego, el tiempo lo percibimos de distinta manera según la circunstancia, así que estamos ante una dimensión que es un misterio - al menos para mi- y que tiene mucho que ver con nuestra consciencia del momento. Un segundo dura una eternidad o un día puede ser un suspiro.

    Dicen que algunos yoguis, con técnicas de meditación, consiguen doblegar el tiempo a voluntad.

    Te deseo un año sin campanita, que seas el amo de tu tiempo y disfrutes con todo lo bueno que tiene la vida.

    Un fuerte abrazo.

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  17. Querida Amaltea le deseo feliz año 2012 y próspero y venturoso, y deseo también que siga prodigándose con ese buen pensamiento y esa buena escritura que tanto deleita a tantos y que recoja feliz la manzana de oro puesta para Usted en la mesa redonda que la espera a la puerta de casa.

    Feliz Noche Amaltea,Corazón abierto.

    Levin Roderberg

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  18. Levin Roderberg, recojo la manzana de oro para conservarla, mientras llega el día en el que deba devolverla al jardín donde crecen para toda la eternidad.

    Le deseo una noche con la mejor compañía y que el año 2012 le sea favorable, que lo será porque tiene usted, como el león, un corazón noble.

    Un gran abrazo.

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  19. Si alguien me hubiera advertido en ciertos momentos de que me quedaba un tiempo limitado para disfrutarlos, todo hubiera sido diferente.

    Me ha encantado la imagen del barco de mariposas.
    ¡Abrazos!

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  20. Marga, el barco de las mariposas tiene la ventaja de que remonta el vuelo si encuentra un escollo.

    Un abrazo

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